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Pequeña historia del fósforo y de las cajas de fósforos

Pequeña historia del fósforo y de las cajas de fósforos

Pequeña historia del fósforo y de las cajas de fósforos

Un fósforo, también denominado cerilla o cerillo, es un utensilio fungible, consistente en una varilla en uno de cuyos extremos (la cabeza de la cerilla) hay una gota de fósforo, que se enciende si se frota contra una superficie adecuada como lija.

 

Generalmente los hay de dos tipos: Integral y de seguridad. Integral es aquel que enciende por fricción en cualquier sitio; el de seguridad sólo enciende en su rascador. También se pueden clasificar por el tipo de material que este construido el vástago, ya sea madera, papel o papel con cera.

 

El principio de encendido es el añadir energía para generar una reacción controlada de oxidación-reducción y prender un combustible.

 

 

Antecedentes

 

Un antecedente podemos encontrarlo en Egipto en 3500 a. C., pequeños palos de madera de pino impregnados de azufre que se encendían al contacto con una chispa.

 

La primera cerilla moderna autocombustible la inventó en 1805 K. Chancel, ayudante del profesor Louis Jacques Thénard de París. La cabeza de la cerilla era una mezcla de clorato de potasio, azufre, azúcar y goma. Se encendía sumergiendo el extremo con esta mezcla en un recipiente con ácido sulfúrico. Nunca llegó a popularizarse por su alto coste y peligrosidad.

 

 

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