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El principito de Antoine de Saint-Exupéry

 

El geógrafo: Personaje sabio, inteligente y estudioso, que pasa todo el tiempo encerrado en su gabinete, elaborando mapas, pero jamás deja su escritorio para explorar. Interesado en las cosas eternas invariables, no como las "flores". Su mundo es mayor que el de los otros, (pienso) por una vida más plena dedicada al conocimiento, pero cometiendo el error de no experimentar por sí mismo lo que puede ofrecerle esto.

 

Este personaje le aporta al Principito la idea que puede que su "Rosa", ya no esté cuando él decida regresar. La idea de lo "efímero", trastoca a nuestro personaje. Otro punto de vista es que representaría la pasión laboral que lo aisla del mundo.

 

Puramente por interés profesional, el geógrafo solicita al principito que describa su asteroide. El principito describe los volcanes y la rosa. El geógrafo rehúsa incluir la rosa, argumentando que las flores son efímeras. El principito queda conmocionado y herido al saber que su rosa desaparecerá algún día. El geógrafo le recomienda visitar la Tierra porque tiene muy buena reputación.

 

Una vez en la Tierra, el principito encuentra toda una hilera de rosales y se deprime, porque pensaba que su rosa era única en todo el universo.

 

En la Tierra el Principito conoce al zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas, le explica al principito que su rosa es única y especial porque es la que él ama. En su despedida, el zorro le regala su secreto:

 

 

Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos. .
Antoine de Saint-Exupéry. El principito, pag. 83
 
 

Cuando el principito conoce al narrador le pide que dibuje un cordero. Al no saber cómo, el narrador dibuja lo que sabe, una boa con el estómago hinchado, un dibujo que otras personas siempre habían interpretado como un sombrero. El principito, sin embargo, interpreta el dibujo de inmediato y exclama que no quiere una boa con un elefante dentro, sino un cordero. El narrador intenta dibujar algunos corderos, pero el principito las rechaza. Finalmente dibuja una caja y explica al principito que el cordero se encuentra dentro. El principito, quien puede ver el cordero dentro de la caja con tanta facilidad como ve el elefante dentro de la boa, lo acepta.

 

En el desierto, el principito conoce una serpiente que tiene el poder de devolverlo a su planeta. Después de pensarlo, el principito se despide emotivamente del narrador y deja que la serpiente lo muerda. El principito queda blanco como la nieve y, cuando el narrador busca su cuerpo al día siguiente, éste ya no está ya que al morir vuelve a su planeta.